Como parte de nuestra iniciativa “Un Mismo Océano”, en Eco-Alianza iniciamos a principios de este mes una nueva campaña con el fin de impulsar a los miembros de la comunidad que, comprometidos en la conservación y aprovechamiento sustentable de nuestros océanos, se involucren y apoyen la implementación del revisado Programa de Manejo del Parque Nacional Bahía de Loreto (PNBL). La campaña incluye la promoción de la cultura empresarial y marca personal de los “Capitanes Loretanos” de los sectores de pesca deportiva y ecoturismo, quienes tradicionalmente han sido la primera línea de atención y de servicio para el turismo de Loreto.

La mesa directiva y el personal de Eco-Alianza están orgullosos de los avances que se han hecho este año, y están emocionados por compartir esas noticias en la próxima Gala de recaudación de fondos del 12º aniversario, organizada por el Hotel La Misión la noche del 16 de noviembre. Si aún no has reservado tu espacio, no te demores, ya que este evento se ha agotado durante los últimos seis años consecutivos. Realmente será una noche inolvidable, comenzando con un lugar increíble. Si nunca has estado en el salón de banquetes del 5° piso del Hotel La Misión, te encontrarás con algo excepcional. De acuerdo con su gerente general, María Gámez Castro, la “Terraza de la Palapa” tardó un año y medio en ser construida, incluyendo un exquisito trabajo artesanal en su estructura de madera y miles de hojas de palma tejidas en el techo de estilo palapa. Grandes ventanales en el lado este y en el oeste de la sala principal ofrecen vistas panorámicas del mar y la Isla del Carmen por un lado y por el otro de las montañas de La Sierra de la Giganta. ¡Los pisos de mármol egipcio son perfectos para bailar!

La semana pasada, Eco-Alianza se unió junto a otras 14 organizaciones de la sociedad civil de todo el noroeste de México, para participar en un evento anual de conservación administrado por The Ocean Conservancy. La Limpieza Costera Internacional se ha catalogado como “el esfuerzo voluntario más grande del mundo en nombre de la salud de los océanos y las vías fluviales”. El año pasado, más de un millón de voluntarios participaron alrededor del mundo. Además de recoger la basura, los voluntarios llenan tarjetas de datos en las que registran cada pieza de basura recolectada, y finalmente ayudan a los científicos a rastrear las fuentes de contaminación del océano.